jueves, 1 de mayo de 2008

Cuatro puntos: Tiempo, espacio, dinero, edición




La luz que se colaba por los ventanales del salón Tomás Carrasquilla de Corferias era tan fuerte que varios de los nuevos cronistas permanecían con los ojos cerrados y los oídos abiertos durante la charla. Es un guiño a Martín Caparrós, que más o menos así reemplazó el comienzo de un texto periodístico sobre el encuentro de Nuevos cronistas, que, según él, "notarialmente" habría quedado así: "A las 12 del día del 1 de mayo -día del trabajo- 42 cronistas latinoamericanos se reunieron a debatir el estado y devenir de la crónica en el continente". El maestro Caparrós recurrió a la figura del poeta para darle dignidad al oficio del cronista. “Contra toda la evidencia, los poetas siguen sintiendo que su trabajo es importante, que son algo así como la sal de la tierra”. Es esa dignidad la que reclamó esta mañana para los narradores. Todo esto a partir de la discusión sobre cuatro puntos fundamentales que planteó Mario Jursich (editor de El Malpensante) al abrir el primer panel sobre el estado de la crónica en la región y que son los que hace falta completar para hacer crónicas:

Tiempo: el cronista necesita tiempo para reportear, contrastar y confirmar
Espacio: el cronista necesita espacio para contar la historia
Dinero: el cronista necesita que le paguen y requiere de un dinero para desplazamientos y la producción de su historia
Edición: el cronista necesita una conciencia, que es el editor. La figura del editor permite concebir un texto extenso con calidad de información y goce estético.
El panorama en la región, a partir de las intervenciones de Jurshich, Ricardo Cayuela (México), Leila Guerriero (Argentina), Toño Angulo (Perú), Patricio Fernández (Chile) y Liza López (Venezuela) es alentador. Dedicidamente o con timidez todos pronunciaron la palabra auge para referirse al género. En Colombia se destacó el trabajo de revistas como SoHo, El Malpensante o Número, que si bien no se definen como autenticamente periodísticas si que dejan ese ansiado espacio para que los cronistas puedan contar las historias. La queja más recurrente durante el debate fue el espacio. José Navia (Colombia) recordó que un editor que conoció tenía un letrero en su escritorio que decía "Si tiene problemas de espacio, váyase a la NASA". Así las cosas, ¿Cuál es el papel de los empresarios en todo esto? Leila Guerriero advirtió que su intervención sería polémica y arremetió (arremetió es exagerado, pero este blog permite licencias dramáticas) contra los empresarios de medios que han decretado arbitrariamente que la gente "ya no lee". Amparados en esta especie de mantra, los editores se han transformado en administradores que van a almuerzos de negocios y que buscan a toda costa entregar la información a manera de despiece o de pastillas informativas. Guerriero prevee una crisis de la vocación ante la realidad de que la discusión entre cronista y editor se limite al número de caracteres, dejando de lado el tema, el contenido y el cómo se va a contar la historia.
Ricardo Cayuela describió un México desigual, rico y pobre a la vez, que ofrece una enorme cantera de historias que merecen ser contadas en clave de crónica. Y dejó una pista para conjurar los cuatro puntos: Ante la incomunicación entre los países de América Latina, los problemas de costos, de espacio y hasta de aduanas, convendría crear una gran bolsa virtual de crónicas que permita que las revistas compartan los textos que ya han sido publicados, de modo que lleguen a otros países.

Hasta aquí llego por ahora...


En la foto: Leila Guerriero y Mario Jursich durante su intervención


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